Crisis = ¿Riesgo? ¿Oportunidad? (*)

9 Dic, 2024

En nuestra comarca hemos tenido dos grandes desastres que han transformado profundamente nuestra economía: la posguerra y el éxodo rural. La economía jacetana, de subsistencia, estaba basada en un sector primario de explotación agro – ganadera, forestal y pequeños productores artesanales. La gente emigraba a las capitales en busca de mejores oportunidades, donde se estaban levantando grandes fábricas favorecidas por inversiones multinacionales.

Pero la ilusión y la esperanza por el futuro regresaron al territorio gracias al turismo. Se hicieron estaciones de esquí, una pista de hielo, se organizaron grandes eventos deportivos y culturales de amplia difusión en los medios. También se hicieron hoteles y apartamentos, se desarrolló un sector de la construcción, un potente sector inmobiliario, así como un sector de comercio y servicios que generaba empleo fijando población.

La crisis financiera y la burbuja inmobiliaria

Cuando todo parecía que se estabilizaba y los municipios del Pirineo dejaban de perder población, en el año 2008 llega una crisis financiera mundial que hunde el sector inmobiliario español, en combinación con una burbuja de vivienda que golpeó duramente las empresas de la construcción de la Comarca. Crecieron las colas de INAEM como nunca.

Y cuando todos los indicadores mostraban una firme tendencia a la recuperación, llega una pandemia mundial, el COVID 19, que en todo el mundo solo nos trajo una certeza; el mundo debía cambiar.

La nueva realidad

Después de estas dos crisis encadenadas hubo otro cambio de paradigma, solo quedó un sector en pie, el sector servicios (el 81% de las afiliaciones en altas a la SS en agosto de 2024 ), con el turismo como motor de arrastre  del resto de sectores económicos de la comarca. Pero ya no vale el modelo de los años 60, todo el mundo desprecia el turismo de masas, las noches sin fin, la borrachera continua… ya no pensamos que más gente significa más riqueza, sino más basura, más accidentes en la montaña, más rescates, etc.

Ahora se busca evitar esas aglomeraciones, se da importancia a la tranquilidad. Valoramos mucho nuestro tiempo libre, queremos que nos den facilidades para disfrutar del destino. Si puedo alquilar los esquís o la bici, me evito tener que llevarlas. SI me enseñan a esquiar lo prefiero a tirarme con mis amigos y aprender a revolcones. Aspiro a una comida gourmet, a probar las últimas tendencias y de vez en cuando a comer en un restaurante con estrella Michelin.

Ya no es necesario seguir creciendo en capacidad, más pisos, más hoteles… ahora el crecimiento que queremos es de otro tipo, queremos innovación, queremos que nos sorprendan, queremos el efecto ¡¡ Wow !!

Y dentro de esta nueva realidad, la hostelería es una de las principales fuentes de contratación (41,7% de los contratos anualmente) y empleo (20%) que más población fija. Si además incluimos el sector inmobiliario, comercio, actividades y servicios, el 86% de los contratos que se hacen cada año corresponde al sector servicios.

Concurso de tapas

Hay muchas iniciativas y seguramente ésta no es la más importante, pero el concurso de tapas de ACOMSEJA es una iniciativa ideal para este momento, perfectamente alineada con la cultura gastronómica de Jaca. La imaginación y la creatividad como aliados para lucirnos ante nuestros visitantes y nuestros vecinos, para mostrarles que nuestro destino es de 10, a través de una tapa, una cazoleta o un postre, al alcance de cualquiera. Ya no es importante vender muchas tapas esos días, lo más importante es sorprender, despertar su curiosidad y que cada año vuelvan a por más: “a ver qué se les ha ocurrido este año”.

(*) Por Pedro Marco