El dulce momento de la hostelería jacetana

11 Nov, 2024

La hostelería jacetana atraviesa uno de los mejores momentos de su historia reciente tanto por el volumen de trabajo como por la regularidad de las temporadas. En las últimas horas se ha conocido que Bodegas Langa y la Pastelería Echeto han conseguido sendos «Soletes con solera» que concede la Guía Repsol y que reconocen tanto los negocios clásicos que han resistido al paso del tiempo como el empujde de los más jóvenes que han decidido apostar por lo auténtico.

Se ha pasado de unos años en los que los picos de actividad se concentraban en unos momentos muy determinados (Navidad, Semana Santa y los meses estivales), a registrar actividad de manera estable prácticamente durante todo el año. Esta transformación de los hábitos turísticos, impulsada sobre todo a raíz de la pandemia, ha logrado en cierto modo una suerte de desestacionalización que se refleja en cualquier fin de semana del año. Siempre hay gente; algo que no ocurría hace cinco o diez años.

Fran Ponce, miembro de la Junta Directiva de ACOMSEJA, señala que la mejora de las comunicaciones, el peso de la segunda residencia y la prioridad del ocio sobre otros aspectos de la vida ha permitido que “muchos restaurantes de la zona podamos tener plantillas estables y trabajar de manera regular durante prácticamente todo el año”. Aunque no se puede obviar que hay otros factores que están afectando negativamente al sector, como la falta de trabajadores cualificados o los problemas de relevo generacional, lo cierto es que la hostelería jacetana vive un momento de optimismo.

Sebastián Langa añade que prueba de ello es “el reconocimiento de la prestigiosa guía Michelin con una estrella en uno de los restaurantes de la comarca, y el hecho de que contemos en Jaca con un Sol Repsol y cuatro Soletes que resaltan la calidad y diversidad de la oferta gastronómica de la zona y pone de manifiesto el crecimiento gastronómico de Jaca y su potencial turístico en este ámbito”. Así lo cree también Pedro Marco, que pone el acento en el cambio de hábitos de los turistas y en sus preferencias en la relación con la gastronomía: “Ahora se aspira a una comida gourmet, a probar las últimas tendencias y de vez en cuando a comer en un restaurante con estrella Michelin”.

Un buen ejemplo es el jaqués Toño Rodríguez, elegido el pasado mes de marzo el Mejor Cocinero del Año, ha convertido en apenas dos años su restaurante de Sardas, La Era de los Nogales, en un lugar de peregrinación para los amantes de la alta cocina. “Hemos conseguido situar en el mapa a un pueblo de apenas 35 habitantes y nuestros clientes proceden de toda España. Ha comenzado a llegar un perfil de turista que antes no venía a nuestro territorio, y esto está impulsando una nueva economía en torno a la gastronomía”, explica. Rodríguez está convencido de que nuestras comarcas están en condiciones de aspirar a competir por un hueco en un mercado cada vez más importante “porque España es una potencia mundial a nivel gastronómico”.

Está claro que los visitantes buscan lo que ahora se llama “la experiencia gastronómica”; ya no se trata de visitar un restaurante por mera necesidad alimenticia, sino que cada vez más se rastrea la diferencia, la originalidad y lo auténtico. Un elemento que Fran Ponce vincula directamente “con los productos Kilómetro 0, que son los que nos hacen únicos en un momento en que muchos restaurantes, por el tipo de productos que utilizan, tienden a la unificación de los sabores, hacen que todos sean iguales”.

Según las cifras ofrecidas por Instituto Nacional de Estadística (INE), uno de los grupos donde más ha aumentado el gasto medio por hogar en nuestro país es el de restaurantes y hoteles. Aragón está entre las comunidades que superan la media. Nuestra comunidad es la quinta de España que más dinero gasta en restaurantes y hoteles, por detrás de País Vasco, que encabeza la lista; La Rioja, Navarra y Madrid. En general, los hogares españoles dedicaron el 29,1% del gasto medio de su presupuesto a restauración y alojamiento.

Los datos muestran que el sector gastronómico en Aragón atraviesa una etapa de crecimiento y evolución; y que aquellos territorios que de manera más decidida han apostado por la calidad, el producto autóctono y la renovación han sido capaces de atraer a un nuevo turista con poder adquisitivo y una solvente cultura gastronómica. La pregunta es si pueden convivir en un mismo lugar varios modelos y propuestas aun resultando en apariencia incompatibles. El jacetano Toño Rodríguez asegura que hay lugar para todo tipo de ofertas gastronómicas: “no se puede juzgar a nadie por su modelo, cada uno ocupa un espacio y tiene su clientela. Lo importante, independientemente del nivel, es aspirar siempre a dar la máxima calidad posible”.

Así lo entiende Fran Ponce, vocal de la Junta Directiva de ACOMSEJA, quien considera que “estamos en un momento histórico para el sector por volumen de trabajo y número de visitantes, hemos acabado con las temporadas bajas, pero creo que tenemos que ser conscientes de que hay que cuidar a ese visitante, y eso solo es posible mejorando la calidad del servicio, nuestros platos y también nuestra simpatía”. Ponce se muestra convencido de que la mejor manera de atraer un nuevo turismo interesado por la gastronomía “es apostar decididamente por los productos Kilómetro 0 porque son los que nos van a diferenciar de otros destinos. Si encuentran aquí sabores únicos sabrán que les ofrecemos algo que no van a encontrar en otro lugar”, señala.

Sebastián Langa se muestra optimista con el futuro de la gastronomía de nuestro territorio. “Jaca y la Jacetania no solo están en constante mejora en términos generales, sino que se está posicionando firmemente como un destino gastronómico de referencia”, afirma. En este sentido, el propietario de Bodegas Langa considera que  la reciente visita de José Carlos Capel, uno de los críticos gastronómicos más influyentes del país, “refuerza la creciente notoriedad de Jaca en el panorama culinario nacional. Este impulso en la gastronomía local no solo atrae a turistas, sino que sitúa a Jaca en el mapa como un destino atractivo para los amantes de la buena mesa”.